En algún lugar

Los monumentos aguardan casi a oscuras el amanecer.  Brillan lo justo para demostrar que tiempo atrás fueron escenario de grandes bailes donde los príncipes austrohúngaros eran los anfitriones. Sin embargo, con la luz del sol lucen en todo su esplendor, el más mínimo detalle neoclásico merece nuestra atención durante varios minutos. Croatian National Theatre (HNK), Trg Marsala Tita, Zagreb, Croatia Es impensable ver a alguien montado en su coche, ventanilla bajada,  la música a todo volumen pasando por delante del Teatre Nacional, sobre las vías de tranvía en la ciudad condal. Una imagen habitual en las calles de esta singular ciudad. Unos tranvías que de tanto en tanto, nos regalan también la posibilidad de viajar atrás en el tiempo. De viajar a aquel tiempo en el que las puertas no tenían botones para abrir, cuando un hombre con gabardina y sombrero fumando pipa era la estampa habitual. Si hay alguien que es testigo, sin quererlo, del más de la mitad de los encuentros de la ciudad ese es sin duda Ban Jelačić. Vigila paciente a lomos de su caballo a aquella chica esperado nerviosa a su amado para la cita, al muchacho que aguarda paciente el momento en el que sus amigos pasen a recogerlo, a aquellas amigas que han decidido encontrarse después de más de un año sin verse… No hay nada mejor que descubrir cada día otro lugar especial, explorar las costumbres e idioma del país. Y es que cuando pensabas que lo habías superado todo acostumbrándote durante dos años a los acentos abiertos y cerrados, llegan las S y C acentuadas. Z.

Deja un comentario